Tras la
muerte del anterior Papa, el cardenal español Rodrigo Borgia es elegido
Papa en el cónclave de 1492, donde
adopta el nombre de Alejandro VI. Desde el primer momento, el
nuevo Papa aplica la política del nepotismo, a su primogénito Juan, lo casa con María Enríquez de Luna
para ganarse el favor de los Reyes Católicos y lo nombra comandante en jefe de los ejércitos pontificios, a César lo nombra
cardenal de Valencia, para disgusto de éste, a Jofré lo casa con Sancha de Aragón para ganarse el apoyo de la
ciudad de Nápoles y a su hija pequeña, Lucrecia, la casa con Giovanni Sforza, bastardo de los Sforza.
Pero los
conflictos no tardan en surgir, debido a los numerosos conflictos que las
matanzas de los Borgia ocasionan, y a la poca popularidad de estos entre las
familias romanas, los cuales comienzan a difundir rumores sobre relaciones incestuosas que el Papa y César mantienen con Lucrecia. La
separación de Lucrecia con Sforza no hace sino aumentar sus conflictos, eso
desencadena la misteriosa muerte de Juan, lo cual afecta mucho al Papa y todo
el mundo comienza a sospechar de César, como instigador del asesinato. Tras la muerte de Juan, César finalmente consigue
lo que llevaba tiempo ansiando, que su padre le despoje del cardenalato y lo
nombre comandante de los ejércitos pontificios. César inicia una campaña de
conquistas por toda Italia para conquistar los dispersos reinos italianos en
nombre de la Iglesia y el Papa. Lucrecia por su parte se casa con Alfonso de Aragón tras su
retiro en un convento.
César inicia
sus campañas en Italia conquistando los divididos reinos en nombre del Papa,
finalmente llega a la ciudad de Forli, que es defendida por Caterina Sforza, tras tomar la ciudad, César captura a Caterina y la
convierte en su amante a la fuerza. El Papa por su parte, ordena asesinar a
Alfonso de Aragón, pese a las súplicas de su hija. La conquista de Forli más la
amistad de César con el rey de Francia, hacen que César adquiera los
títulos de duque de Valence y de la Romaña.
Durante un
banquete celebrado en la casa de un cardenal, el Papa comienza a sentir fuertes
dolores estomacales, y César al igual que él, caen gravemente enfermos. César
logra reponerse pero Rodrigo Borgia queda muy deteriorado, y pronto muere, tras
los cónclaves, es elegido Papa el cardenal Giuliano della Rovere, que era
enemigo declarado de los Borgia y asciende al papado con el nombre de Julio II, éste le encarga a César que se encuentre con el ejército
español para combatir a los franceses, pero los españoles arrestan a César
acusándole de asesinar a su hermano mayor. César es encerrado en la prisión de Medina del Campo pero logra escapar y huye hacia Navarra, su hermana Lucrecia, ya casada con el duque de Ferrara trata de ayudarle pero no puede, finalmente César
muere durante una escaramuza con soldados españoles.
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